Enfermedades raras

Galactosemia

Prevalencia de la galactosemia en función de la zona geográfica

La galactosemia clásica se produce a razón de aproximadamente 1 caso por cada 60 000 nacimientos. No obstante, la prevalencia varía geográficamente, fluctuando entre 1 / 40 000 en Europa y 1 / 1 000 000 en Japón.

Aspectos clínicos

La galactosemia se define como una alteración del metabolismo de la galactosa, causada por una actividad deficiente de una de las tres enzimas implicadas en su metabolismo. La galactosemia clásica, debido a una carencia completa de la galactosa-1-fosfato uridiltransferasa (GALT), es el tipo más frecuente y el más grave de galactosemia. Existen otras dos formas mucho más raras de galactosemia: las deficiencias de galactocinasa (GALK) y de UDP-galactosa epimerasa (GALE). Los genes implicados son, respectivamente, GALT, GALK1 y GALE.

La galactosemia neonatal es una enfermedad grave que se declara cuando el niño empieza a ingerir leche y surgen trastornos alimentarios, letargo, retraso en el crecimiento y una afección hepática y renal grave. También puede producirse una septicemia neonatal. En unos pocos días o semanas aparece una catarata. A más largo plazo, puede haber dificultades de aprendizaje y una insuficiencia ovárica en las niñas. Los déficits parciales, debidos a una mutación relativamente frecuente del gen GALT, denominada Duarte, tienen una presentación clínica mucho menos grave, pudiendo incluso permanecer asintomáticos.

El déficit de GALK es responsable de la catarata aislada. El déficit de GALE se manifiesta con un cuadro clínico variable similar al de la galactosemia clásica.

Cribado neonatal de la galactosemia en bebés

Los programas de cribado de la galactosemia nenonatal se basan tradicionalmente en la medición de la galactosa total y/o de la actividad del GALT.

El diagnóstico de galactosemia clásica (contando los déficits parciales) se confirma mediante la detección de una concentración elevada de galactosa-1-fosfato eritrocitaria, del galactitol en orina y de la identificación de variantes patógenas bialélicas en el gen GALT.

Tratamiento

El objetivo principal del tratamiento a largo plazo de la galactosemia clásica es minimizar la ingesta de galactosa en la dieta. Este control de la alimentación protege de las complicaciones hepáticas y renales, así como de la catarata. Sin embargo, no evita la aparición de las dificultades de aprendizaje ni de los trastornos hormonales. Es necesario hacer un seguimiento del desarrollo psicomotor y de la función gonadal.

La medición de la galactosa-1-fosfato eritrocitaria permite asegurar que los pacientes cumplan con el régimen. Los déficits parciales de GALT se tratarán en función de la actividad enzimática residual y de la concentración de galactosa-1-fosfato eritrocitaria.

Herencia

Todas las formas de galactosemia congénita se heredan de modo autosómico recesivo.

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