Enfermedades raras

Hiperplasia suprarrenal congénita

Prevalencia de la fenilcetonuria en función de la zona geográfica

Se estima que la prevalencia de la hiperplasia suprarrenal congénita es de 1 / 10 000 y 1 / 15 000 nacimientos. La enfermedad es menos frecuente en Japón, pero puede ser más prevalente en ciertos grupos étnicos más limitados.

Aspectos clínicos

La hiperplasia suprarrenal congénita (HSC) hace referencia a un grupo de trastornos causados por una esteroidogénesis deficiente. Se describen varias formas de HSC: el déficit de 21-hidroxilasa, en 17-α-hidroxilasa, de 3-β-hidroxiesteroide deshidrogenasa, de 11 β-hidroxilasa, o del citocromo P450 oxidorreductasa y, por último, la hiperplasia suprarrenal congénita lipoide.

En más del 90-95 % de los casos, la HSC se produce por una mutación del gen CYP21A2. Este gen codifica para una enzima, la 21-hidroxilasa, que controla la producción del cortisol y de la aldosterona a nivel de la glándula suprarrenal. Este déficit de 21-hidroxilasa se subdivide en dos subcategorías:

  • La hiperplasia suprarrenal congénita clásica, que a su vez puede categorizarse en una forma con pérdida de sal y otra forma virilizante simple. La HSC clásica es la forma más grave y puede provocar una crisis suprarrenal y una muerte prematura si no se trata rápidamente.
  • La hiperplasia suprarrenal congénita no clásica es mucho menos grave, incluso asintomática.

Alrededor del 75 % de las personas afectadas por HSC clásica secundaria a un déficit de 21-hidroxilasa presentan glándulas suprarrenales hipertrofiadas que producen cantidades excesivas de andrógenos y una carencia de aldosterona. Esto provoca que desde el nacimiento haya una pérdida salina excesiva que genera hiponatremia, deshidratación, hipovolemia e hipotensión, poniendo en peligro la supervivencia del paciente. En las niñas, por lo general se presenta una ambigüedad sexual con grados variables de virilización. Los 25 % restantes son las formes virilizantes simples; estas personas no presentan alteraciones iónicas.

Los síntomas de la HSC no clásica aparecen más tardíamente en la infancia o en la adolescencia, y pueden incluir una pilosidad excesiva prematura, acné o irregularidades menstruales. Esta forma, menos grave, rara vez necesita de un tratamiento precoz.

Hiperplasia suprarrenal congénita en tamiz neonatal

En el lactante, la determinación de la tasa de la 17-hidroxiprogesterona (17-OHP) permite identificar las formas clásicas del déficit de 21-hidroxilasa. Dado que los bebés prematuros generalmente presentan concentraciones de 17-OHP más elevadas, el cutoff (umbral de decisión) suele ponderarse según la edad gestacional al momento del nacimiento y/o el peso del bebé.

Posteriormente, un chequeo esteroideo exhaustivo, un ionograma y un análisis molecular del gen CYP21A2 permiten confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

Es necesario seguir un tratamiento de reemplazo hormonal de por vida para tratar la insuficiencia suprarrenal y reducir las tasas elevadas de andrógenos. Este tratamiento incluye la hidrocortisona (o algún otro glucocorticoide equivalente) y acetato 9-α-fludrocortisona (sustitutiva de los mineralocorticoides). Es esencial realizar un seguimiento regular para controlar la posología.

Puede hacerse una intervención quirúrgica para corregir la ambigüedad sexual en las niñas. El hirsutismo puede tratarse con depilación y los ciclos menstruales pueden regularse con anticonceptivos orales.

Herencia

Por lo general, todas las formas de HSC son de transmisión autosómica recesiva. La probabilidad de recurrencia en un embarazo posterior es del 25 %.

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