enfermedades raras

hemoglobinopatías (Drepanocitosis)

Historia

La drepanocitosis en niños pequeños está relacionada con una morbilidad y una mortalidad importantes. En 1986, se demostró que un tratamiento profiláctico con penicilina reducía el riesgo de sepsis neumocócica en los pacientes con drepanocitosis. Desde entonces, surgieron numerosas políticas de análisis neonatal. Las experiencias con estas políticas demuestran que un diagnóstico precoz junto con un tratamiento y una política de educación parental adecuados reducen significativamente la mortalidad de los niños pequeños afectados por esta enfermedad.

Prevalencia de las hemoglobinopatías en función de la zona geográfica

Las hemoglobinopatías son la patología monogénica más frecuente en el mundo. Se estima que alrededor del 7 % de la población mundial es portador heterocigótico de la enfermedad. Cada año nacen entre 300 000 y 400 000 niños con una hemoglobinopatía grave en el mundo.

La hemoglobina S, la hemoglobinopatía más frecuente y la más grave, se encuentra principalmente en África subsahariana y en la región árabe-india. La hemoglobina E es muy frecuente en el sudeste asiático, mientras que la hemoglobina C se observa en la parte occidental de África. Las hemoglobinas O y D se localizan sobre todo en Arabia y en la India, respectivamente. Las talasemias se expanden por la zona de la cuenca mediterránea, todo Oriente Medio, el sur y el este de Asia, África y las Antillas.

En la actualidad, los flujos migratorios han reconfigurado completamente la distribución de estas enfermedades por todo el planeta.

Aspectos clínicos

La mayor drepanocitosis en niños se declara a partir de los tres meses de vida. La evolución de la enfermedad está plagada de complicaciones agudas de tres tipos: crisis vasooclusivas que provocan dolores intensos y repentinos en ciertas partes del cuerpo (con frecuencia, manos, pies, caderas, abdomen), hemólisis e infecciones. Las crisis dolor de agudo son frecuentes en los niños pequeños, y después se van espaciando en el transcurso de la adolescencia. La asplenia funcional conlleva una mayor sensibilidad a determinados gérmenes, lo que provoca una fuerte incidencia de infecciones (meningitis, septicemia, neumopatía, osteomielitis) desde los primeros años de vida, que disminuye con la edad sin desaparecer del todo. Estas infecciones son responsables de una parte importante de la morbilidad y mortalidad de la drepanocitosis. Los accidentes vasooclusivos son complicaciones agudas que comprenden manifestaciones neurológicas, pulmonares, trombóticas (trombosis de la arteria central de la retina, priapismo, etc.) y hematurias microscópicas. Las manifestaciones crónicas son frecuentes durante la adolescencia y la vida adulta. Se asocian con un retraso de estatura y peso, déficits nutricionales, un retraso de la pubertad, trastornos cardiopulmonares, esplenomegalia y anomalías de la retina.

La β-talasemia mayor se caracteriza por una anemia hemolítica crónica. La hepatoesplenomegalia y las deformaciones esqueléticas son manifestaciones de la hiperplasia medular. Estos pacientes también sufren infecciones y fracturas espontáneas.

Cribado neonatal de hemoglobinopatías

Para el cribado de hemoglobinopatías neonatal, pueden adoptarse diferentes enfoques tecnológicos. Los métodos HPLC e IEF (focalización isoeléctrica) son los métodos más utilizados para identificar las variantes de la hemoglobina. En la actualidad, la espectrometría de masas tiende a establecerse progresivamente debido a la gran disponibilidad de estos instrumentos en los laboratorios de cribado neonatal.

Todas estas metodologías permiten identificar un buen número de variantes de la hemoglobina. No obstante, no todas presentan un interés clínico evidente. Los beneficios de la detección precoz solo se han demostrado claramente para los siguientes fenotipos: Hb SS, Hb SC, Hb SDPunjab, Hb Sβ-talasemia (β+, β0, δβ, Lepore), Hb SOArab y Hb S/HPFH.

El resultado inicial del análisis deberá en todos los casos validarse sistemáticamente en segunda intención mediante una técnica de confirmación.

Tratamiento

El tratamiento de hemoglobinopatías se concentra esencialmente en el manejo de la drepanocitosis mayor, y adicionalmente de la b-talasemia mayor.

La administración profiláctica de penicilina permite reducir significativamente el riesgo de sepsis neumocócica en los pacientes con drepanocitosis. Paralelamente, la ocurrencia de episodios infecciosos se controla mediante la vacunación de los niños desde una edad muy temprana. El tratamiento de las manifestaciones agudas es en general asintomático. Las crisis de dolor se tratan con analgésicos. La administración de hidroxiurea potencia la producción de hemoglobina fetal (Hb F) y permite así reducir las crisis de dolor y la tasa de hospitalización de los pacientes. Las transfusiones terapéuticas también permiten aumentar la concentración de Hb F circulante. Sin embargo, se han asociado varias complicaciones a estos protocolos de transfusión a largo plazo. De hecho, la sobrecarga de hierro, la aloinmunización y las infecciones virales abundan en estos pacientes. Por último, el injerto de médula ósea constituye el único tratamiento curativo disponible pero la experiencia en su realización es limitada.

La terapia de transfusión crónica es también el tratamiento de elección para la β-talasemia mayor. Los beneficios clínicos derivados de estas transfusiones paliativas son notables. Otras medidas terapéuticas, como la esplenectomía o el uso de quelantes del hierro, complementan a menudo el tratamiento.

Herencia

Todas las hemoglobinopatías se heredan de manera autosómica recesiva.

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